“Cuando
estalló la violencia, me incorporé al resto
del equipo”, cuenta Baba Gana Isa. “A pesar de
que nosotros mismos corríamos peligro, seguimos adelante
y asistimos a las víctimas”. Baba Gana Isa era
uno de los voluntarios de la Cruz Roja de Nigeria movilizados
cuando la crisis de los dibujos animados daneses desató
una ola de violencia en cinco estados de Nigeria, en febrero
pasado, dejando a decenas de personas muertas, cientos de
heridos y miles de desplazados.
Este tipo de estallido de violencia es el que se ha venido
produciendo en los últimos años. A menudo basta
una ligera provocación para que se genere una matanza
(la oposición a la celebración de Miss Mundo
en Nigeria, por ejemplo) y después todo vuelve a la
normalidad. Aunque sería fácil atribuir la culpa
a la compleja mezcla étnica y religiosa existente en
la población, las causas profundas son más bien
económicas. Pese a los gigantescos ingresos de petróleo
del país (Nigeria es el productor de crudo más
importante de África y el décimo del mundo),
la mayoría de sus ciudadanos se han empobrecido debido
a la distribución desigual de los recursos. La región
más afectada por la violencia es la desembocadura del
Níger, donde operan grupos armados organizados, y las
zonas donde hay competencia por el control de los escasos
recursos.
Cuando se producen enfrentamientos, la Cruz Roja de Nigeria
es a menudo la primera organización en llegar al lugar
del incidente, evacuando a las víctimas y organizando
los primeros auxilios. La Sociedad Nacional distribuye también
socorros de emergencia a los desplazados que se han cobijado
en barracas militares, escuelas, iglesias o mezquitas para
escapar a la violencia. La asistencia no se limita a una ayuda
alimentaria y no alimentaria sino que puede incluir también
apoyo psicológico a las víctimas de la violencia.
Prepararse para las elecciones
Hoy Nigeria tienen un gobierno civil pero la transición
a la democracia no siempre ha sido fácil. El presidente
Olusegun Obasanjo terminará su mandato en el primer
semestre de 2007, y se deberá elegir a su sucesor.
Al mismo tiempo que elegirán al nuevo presidente, los
nigerianos votarán para elegir los gobernadores de
los 36 estados que componen el país; la Sociedad Nacional
se está preparando para un recrudecimiento de la violencia
antes, durante y después de los comicios.
“Nuestro objetivo es permitir que las filiales adquieran
los conocimientos, las aptitudes y los recursos materiales
necesarios para prestar asistencia humanitaria a las víctimas
de la violencia asociada a las elecciones”, explica
Umar Mairiga, responsable de la gestión de desastres
de la Cruz Roja de Nigeria. Apoya a la Sociedad Nacional en
este esfuerzo el CICR, que ha estado presente en el país
desde la guerra de Biafra.
La primera medida ha sido evaluar la propensión a
la violencia en cada uno de los 36 estados, teniendo en cuenta
los factores políticos, étnicos, religiosos
y socioeconómicos. La Cruz Roja está centrando
sus esfuerzos en los estados donde existe un elevado riesgo
de violencia y ha elaborado planes para enfrentar tal posibilidad.
Asimismo, se ha examinado y fortalecido la capacidad de respuesta
de las filiales de la Cruz Roja en los lugares donde la situación
es crítica. Así pues, se ha mejorado la red
de voluntarios, creando nuevas divisiones en las zonas gubernamentales
locales y organizando equipos de primeros auxilios de emergencia.
Desde el principio de 2006, se han establecido más
de 150 divisiones, cada cual con su propio equipo de socorristas
de emergencia.
Sin embargo, para que la ampliación de la base de
voluntarios sea eficaz debe ir acompañada de una formación.
A tales efectos, se han organizado talleres de gestión
de desastres, que han reunido jefes de equipos de primeros
auxilios de emergencia y otros actores, tales como las autoridades
nacionales y estatales, organizaciones no gubernamentales
y organizaciones religiosas. Además, los recientes
cursos de formación de formadores permitieron aumentar
el número de formadores de socorristas a 322.
Es difícil crear una estructura eficaz y ágil
en un país como Nigeria, dado su tamaño, su
geografía, su diversidad y su estructura federal. La
Cruz Roja de Nigeria ha dividido, pues, el país en
seis zonas: cada zona tiene un jefe de salud y uno de gestión
de desastres, que apoyan las filiales en su zona, supervisan
la situación y coordinan la respuesta de la Cruz Roja
a las crisis. Se han constituido reservas estratégicas
en las seis zonas, se ha abastecido cada filial con dispositivos
de protección, botiquines de primeros auxilios y camillas
y se ha modernizado la red de radio de alta frecuencia.
Es indispensable también coordinar con otros actores
humanitarios para mejorar la respuesta global a las situaciones
de crisis y evitar la duplicación de los esfuerzos.
Más allá de la emergencia
La policía y las fuerzas armadas deben conocer y comprender
a la Cruz Roja para garantizar que sus voluntarios tengan
un acceso seguro a las víctimas de la violencia. El
CICR y la Cruz Roja de Nigeria organizan con regularidad sesiones
de información para oficiales de policía y militares
a fin de recordarles su obligación de respetar los
derechos humanos y los principios humanitarios, especialmente
cuando intervienen en situaciones de violencia interna.
El CICR y la Sociedad Nacional también mantienen el
diálogo con las autoridades políticas y la sociedad
civil para sensibilizar acerca del derecho internacional humanitario
y promover su aplicación. El CICR apoya la integración
del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos
en la formación y los procedimientos de la policía
y de las fuerzas armadas nigerianas, así como en los
programas universitarios.
Fuera de sus intervenciones de emergencia, la Cruz Roja de
Nigeria realiza actividades comunitarias, tales como la prevención
y la asistencia en materia de VIH/SIDA, la promoción
de la salud y la higiene, así como la adquisición
de competencias para jóvenes y mujeres.
Mejorar el entorno social, económico y sanitario puede
ayudar a prevenir la frustración y por ende, la violencia.
Además, la Cruz Roja de Nigeria y el CICR han comenzado
a elaborar un nuevo proyecto comunitario de prevención
de la violencia destinado a los jóvenes y tratan de
contribuir a forjar una sociedad que rechaza la violencia
y fomenta el respeto de los principios humanitarios.
La Cruz Roja de Nigeria, el CICR y la Federación Internacional
aúnan sus experiencias, su mano de obra y su motivación
para lograr lo que cada uno no puede hacer separadamente.
Emmanuel Campbell, delegado de cooperación del CICR,
resume: “cuando los componentes del Movimiento trabajan
juntos con eficacia, allanan el camino para que los voluntarios
puedan llevar adelante la labor humanitaria esencial”.
Patrick Bawa e Iris Meierhans
Patrick Bawa es director asistente de comunicación
de la Cruz Roja de Nigeria. Iris Meierhans es delegada
de comunicación del CICR en Nigeria.
Emmanuel Campbell falleció el
18 de octubre de 2006. Fue uno de los primeros delegados
de cooperación del CICR e hizo un valioso aporte
a este ámbito de actividad. Que en paz descanse.
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Los voluntarios de la Cruz Roja de Nigeria
están preparados para responder a la violencia intercomunitaria
en cualquier momento.
©GEORGE ESIRI / REUTERS,
CORTESÍA DE www.alertnet.org

El CICR y la Cruz Roja de Nigeria organizan
sesiones de información periódicas para la policía
y las fuerzas armadas.
©CICR
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